IGUALDAD DETESTABLE
Los cuartos que se odian,
siguen cerrados,
el uno frente al otro,
de espaldas sin mirarse.
Se miran al espejo,
y el reflejo de ellos
es el vivo retrato
el uno al del otro.
Cuando suena su música:
la misma melodía,
distinta partitura.
Tan iguales sus fuerzas,
creyéndose distintas:
tienen el mismo polo,
por eso se repelen.
© de Nalimo Gutiérrez